martes, 1 de noviembre de 2016

BISMARCK EN LA ACTUALIDAD



Otto von Bismark, canciller alemán, más conocido como Bismarck, es considerado uno de los mejores estrategas de la historia. Ya sea por su gran capacidad analizar el entorno en el que se encontraba o por la visión de futuro que siempre tuvo a la hora de realizar todos los tratados entre potencias, sobretodo entre los años 1871-1890. Su objetivo principal era el de garantizar e intentar establecer la paz en Europa, algo que conseguirá mediante un sistema de alianzas, tanto secretas como no, pero que se frustrará con la llegada de Guillermo II al poder.

Cierto es que Bismarck podía haber fracasado completamente durante su estancia en el poder de haberse hecho público cualquiera de sus tratados secretos, como por ejemplo el de reaseguro, que firmaría con Rusia y en el que se establecía que en caso de entrar en guerra Rusia y Austria, Alemania se comprometería a no apoyar a Austria (como establecía el tratado con Austria) a cambio de que Rusia defendiese a Alemania en caso de entrar en guerra con algún Estado.

De haberse hecho público Alemania hubiese corrido un gran peligro. Pero finalmente consiguió su objetivo: mantener una buena relación con todos los Estados ( menos Francia).

Nadie puede negar que se trata de una estrategia excelente, a la par que arriesgada. Por este último adjetivo puede ser la razón por la cual a lo largo de la historia no hemos vuelto a presenciar a ningún militar que lo iguale.

Sin embargo, en un reciente artículo se ha declarado que el éxito de Vladímir Vladímirovich Putin, es debido en gran medida a  “Defender a Rusia como un Bismark moderno” ( Actualidad, 2015)

Recordemos que Putin ha sido nombrado por tercer año consecutivo como uno de los hombres más poderosos del mundo según la revista Forbes. Encontramos la similitud con el canciller en que también hay que reconocerle que si en algo destaca, independientemente de las ideas políticas de cada uno, es en la estrategia.

Ha superado a los estadounidenses en la táctica en Siria, los ha superado en Crimea, los ha superado en Ucrania. Ha superado a la que supuestamente es la mayor potencia mundial del mundo. 
No es tan importante por lo tanto los recursos como lo es la estrategia.
Así lo refleja Bismarck, manteniendo una paz que se desvanecerá con la muerte de Guillermo I y desencadenará el estallido de la I Guerra mundial, pues se precipitó el fracaso de  un sistema de alianzas que descansaba excesivamente no sólo en la persona física de Bismarck, sino en su personalidad.

La figura de Bismarck se ha consolidado en la mayoría de la población con una imagen negativa, esta es una de las visiones de la mayoría de la sociedad que no profundiza en la historia. De la misma forma, Putin es temido, y es considerado peor que Bismark. 
Debemos de dejar  a un lado las pretensiones políticas y admirar a los que podemos considerar como los genios de la estrategia, ambos envidiados en su tiempo por las potencias contrincantes. Así lo refleja Washington tras su derrota en Crimea y Ucrania.
Napoleón, Alejandro Magno, Escipión, el Duque de Wellington… todos ellos los consideramos, junto al canciller, como los mejores líderes militares de su tiempo.

Terminaremos esta entrada reflejando que Bismarck, es, ha sido y será, uno de los personajes principales del S.XIX, responsable de la mayoría de los cambios que sufrió Europa en ese tiempo, y responsable también de la existencia de una Alemania tal y como la conocemos ahora. Por ello tiene una importancia que será transcendental y es necesario conocer. La unificación de Alemania debió casi tanto al genio bélico de Moltke como a la implacable Realpolitik de Bismarck, que abogó por el avance en los intereses de un país de acuerdo con las circunstancias actuales de su entorno, en lugar de seguir principios filosóficos, teóricos o morales. Razón por la cual este personaje ha dado lugar a mil tiples críticas  desde el S.XIX hasta la actualidad. 



Autores: Isabel Alonso Nimo, Pablo Checa, Jacobo Cosmen, María García Ribeiro.

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