martes, 15 de noviembre de 2016

Aquel gloriososo partido de fútbol

Ni la final de Champions donde Zidane hico aquella maravilla, o aquel Mundial de España en 2010. No se trataba de jugar como aquella naranja mecánica ni había surgido una estrella como en la argentina de Maradona o Messi. No había espectadores ni se estaba jugando ningún torneo. Y mucho menos los futbolistas eran multimillonarios. Pero sí eran héroes. Héroes por ser capaces de parar aunque fuese por un día y dejar las armas a un lado para convivir con el enemigo como si fuese un verdadero amigo. A este hecho se le conoce como tregua de Navidad. Ocurrió entre el Imperio Alemán y las tropas británicas estacionadas en el frente occidental de la Primera Guerra Mundial. ¿No debería haber cambiado la situación aquí? Esta tregua comenzó en la víspera de Navidad, el 24 de Diciembre de 1914, cuando las tropas alemanas comenzaron a decorar sus trincheras, luego continuaron con la celebración cantando villancicos, entre ellos Stille Nacht. Las tropas británicas ante ello, respondieron con villancicos en inglés. Después continuaron intercambiándose saludos navideños los unos a los otros y pronto ya había llamadas a tierras de nadie donde se fueron dejando regalos los unos a los otros.
La artillería en esa región permaneció silenciosa esa noche. La tregua también permitió que los caídos recientes fueran recuperados desde detrás de las líneas y enterrados. Se condujeron ceremonias de entierro con soldados de ambos lados del conflicto llorando las pérdidas juntas y ofreciéndose su mutuo respeto.
Esta tregua se propagó hacia muchas áreas y se llegó hasta incluso jugar un partido de fútbol entre ambos países.
Aunque la leyenda, seguramente inventada por ingleses, asegura que ganaron por 3 a 2, en realidad nunca hubo un partido oficial fue más un partido amistoso, una pachanga. Pero como ya he dicho antes, una pachanga más bonita que la final de Turín del 2016. Pero no hay que olvidar el momento en el que se estaba dando. No todo fue tan bonito.. La tregua navideña fue aprovechada para retirar cadáveres que llevaban semanas pudriéndose en el lodo.
La historia además acabó mal.. El general se encorajinó al ver las fotos y reportajes sobre la el partido de fútbol y los altos mandos británicos también se mostraron en contra.Los británicos decretaron que confraternizar con el enemigo sería considerado traición, con severos castigos ante una corte marcial. La lógica de las personas mayores y el rodillo de la muerte se imponían a la espontaneidad de los chavales alemanes e ingleses.
Aquí se demuestra la poca lógica de la situación, donde las juventudes europeas quería seguir progresando, mejorando su educación... Pero por un conflicto que de verdad solo interesaba a unos cuantos tuvieron que ver sacrificado sus sueños e ilusiones.

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